Originalmente creado para tratar pacientes con diabetes tipo 2, en el último tiempo ha ganado gran popularidad por sus efectos casi inmediatos en la pérdida de peso. Con esto, también vienen asociados los riesgos, incluso a nivel cerebral.
Probablemente, desde hace algún tiempo hayas oído hablar de Ozempic. Este es un medicamento creado originalmente para tratar pacientes con diabetes tipo 2. Sin embargo, ha ganado popularidad en el último tiempo por la rápida baja de peso que produciría en algunas personas.
A pesar de su popularidad, en enero de 2023, el Instituto de Salud Pública (ISP) advirtió de reacciones gastrointestinales adversas, tales como náuseas, diarrea y vómitos, junto a otras más graves como pancreatitis aguda, hipoglicemia y aumento de frecuencia cardíaca a quienes tomaban Ozempic sin tratamiento médico.
En conversación con EL DÍNAMO, la nutricionista María Constanza Barrios indicó que “es fundamental evitar la automedicación con Ozempic, ya que su uso sin supervisión médica puede conllevar riesgos importantes para la salud, como, por ejemplo dolor abdominal, fatiga y complicaciones por retinopatía diabética”.
En ese sentido, la nutricionista agregó que, “Ozempic puede interactuar con otros medicamentos que esté tomando la persona, como antiácidos, medicamentos para la presión arterial y anticoagulantes. Esto puede aumentar el riesgo de sufrir efectos secundarios o incluso complicaciones graves”.
¿Qué es y cómo funciona el Ozempic?
Es un medicamento que ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre al estimular la liberación de insulina y disminuir la producción de glucagón, que reduce la producción de glucosa en el hígado.
Según indica la farmacéutica chilena Farmex, la pérdida de peso de Ozempic está asociada al aumento de la sensación de saciedad, disminución de la sensación de hambre y el retardo del vaciamiento gástrico.
Este medicamento se administra por medio de una inyección subcutánea, una vez por semana.
En Chile es producido por la Farmacéutica Novo Nordisk y tiene un valor de $200 mil.
Los cambios a nivel cerebral que produce el medicamento
Según Kate Manne, profesora de filosofía y especialista en el fenómeno de la gordofobia, este tipo de fármacos, como el Ozempic, pueden contribuir a “normalizar la alimentación restrictiva y tratar el hambre como una patología”. Esto porque uno de los efectos que produce Ozempic a nivel cerebral es que se inhibe el pensar en comida o en tener hambre.
“Es una amenaza existencial a la industria alimentaria y, desde luego, una amenaza existencial a la industria de los alimentos procesados”, explicó Marion Nestle, profesora emérita de Nutrición, Estudios Alimentarios y Salud pública de la Universidad de Nueva York, en una nota de The New York Times.
El artículo agregó que “estamos en la era de Ozempic. Una clase de nuevos fármacos que eliminan las ansias de comer, así como un nuevo conjunto de estudios científicos, cuyo énfasis es la conexión entre adicción y comida. Los alimentos ultraprocesados, elaborados con ingredientes industriales baratos y potencialmente tan adictivos como el tabaco o el juego, se están convirtiendo en una preocupación nacional”.
¿Por qué es importante la asesoría de profesionales de la salud para bajar de peso?
Evelyn Sánchez, académica de Nutrición y Dietética de la Universidad de Las Américas, dijo a EL DÍNAMO que “es importante no centrar los objetivos desde el punto de vista nutricional en el peso, para lo cual es aconsejable asesorarse por un profesional nutricionista”.
Esto porque “en base a una evaluación integral, se establecerán orientaciones y recomendaciones que permitirán lograr un buen estado de salud y bienestar, a través de estilos de vida saludables, sostenibles en el tiempo y no en dietas de moda, restricciones y fármacos“.