Katherine Yoma denunció las amenazas y agresiones sufridas por parte de una alumna y su apoderada, acusando la falta de apoyo de las autoridades de su colegio.
En las últimas horas se conoció la muerte de Katherine Yoma, profesora de la Escuela D-68 de Antofagasta, quien se quitó la vida tras sufrir agresiones y amenazas por parte de una alumna y su apoderado.
Estas situaciones fueron denunciadas por la propia docente a las autoridades del establecimiento, cuestionando la falta de apoyo y desidia para enfrentar estos hechos.
En una detallada declaración pública, la profesora indicó que todo se originó en 2022, cuando encontró notas amenazantes en su contra escritas por una alumna, “a pesar de denunciarlo al director, me vi forzada a continuar la clase en estado de ansiedad y temor”.
Ante esto, solo recibió dos días de reposo, mientras que la estudiante continuó asistiendo al colegio, a pesar de estar suspendida.
“En lugar de sentir protección por parte de la escuela, me sentí sola y abandonada en esta situación angustiante ya que nadie me acompañó o me preguntó como me sentía”, indicó la malograda docente.
Con el correr de los días, las amenazas fueron subiendo de tenor, ya que la familia de la joven involucrada participaba de estos hechos a través de mensajes a su correo electrónico.
“A pesar de solicitar apoyo y seguridad en la entrega de mis clases, mis peticiones no fueron atendidas adecuadamente por parte del director y la inspectora general del segundo ciclo, quienes le han bajado el perfil a toda esta situación”, acusando que le permitían el ingreso a la estudiante, aún cuando estaba sancionada.
Agresiones de padre de alumna
Tras esto, la profesora Katherine Yoma relató numerosos episodios donde el padre de la alumna la amenazó y la intimidó, apuntando que estos hechos no encontraron sanción, ya que el involucrado era hijo de una de las inspectoras del colegio.
Esto, hasta que el individuo la atacó durante el ingreso de los estudiantes al establecimiento, hecho que fue presenciado por todas las autoridades de la Escuela D-68, lo que terminó con el hombre destrozando su celular contra el suelo.
“Desde entonces no he vuelto a la escuela por mis síntomas de ansiedad, depresión y miedo que han aumentado considerablemente. He buscado apoyo médico, he seguido todas las indicaciones necesarias para recuperarme y a través de esta declaración espero ser escuchada y atendida, porque me lo merezco ya que siempre he dado lo mejor de mí en este trabajo”, reflexionó la profesora.
Katherine Yoma cerró su declaración recalcando que “mi vida y mi salud mental están en grave peligro en la escuela y con las personas que están en los cargos que deberían protegerme”.
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