Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello desarrolló una innovadora solución para prevenir la pudrición de frutas postcosecha, reduciendo así millonarias pérdidas económicas para el sector.
Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello (UNAB) desarrolló una solución revolucionaria para enfrentar la pudrición postcosecha en frutas. Este es un desafío crítico para la industria agroexportadora de Chile, considerando la lejanía de nuestro país con los principales mercados de destino alrededor del mundo. El equipo UNAB fue reconocido por este desarrollo en la última versión de los Premios a la Innovación Avonni 2024.
Rubén Polanco, director de la Escuela de Biociencias e investigador del Centro de Biotecnología Vegetal (CBV UNAB); junto a Danilo González, director del Centro de Bioinformática y Biología Integrativa (CBIB UNAB) y Yorley Duarte, investigadora del CBIB UNAB, son los responsables de “Gas en Polvo”, una tecnología basada en la encapsulación de compuestos volátiles dentro de matrices de biopolímeros biodegradables, que permiten la liberación controlada de fungicidas naturales, considerados seguros para la salud humana (GRAS).
“Gracias a esta innovación, logramos mantener la calidad de la fruta durante todo el proceso de exportación, garantizando frescura y reduciendo la pérdida de alimentos por pudrición”, explica Rubén Polanco, investigador del CBV UNAB.
Con mirada de sostenibilidad
El principal problema que aborda este avance es la pudrición causada por hongos como el Botrytis cinerea, responsable de pérdidas económicas que superan los 10 mil millones de dólares anuales a nivel mundial. En especies como la uva de mesa, las mermas pueden alcanzar hasta el 40% de la producción.
La solución desarrollada por los investigadores consiste en un film biodegradable para el embalaje de uva de mesa, capaz de mantener la condición de la fruta durante 60 días. La liberación controlada de fungicidas reduce la pudrición gris de la fruta a menos del 0.1%, y se evitan millonarias pérdidas ocasionadas durante el proceso de exportación.
Además, la solución es escalable y adaptable a distintas necesidades de mercado. “La versatilidad de esta tecnología radica en su capacidad para encapsular diversos compuestos activos, permitiendo su aplicación en otros cultivos”, señala Danilo González, director del CBIB UNAB.
Comparado con métodos tradicionales de embalaje en exportación de frutas, este es más seguro, eficiente y respetuoso con el medio ambiente. “Nuestro proyecto busca proteger la salud de las personas al evitar el uso de químicos nocivos y también la salud del medio ambiente, al incorporar productos biodegradables”, asegura Yorley Duarte.
De esta forma, “Gas en Polvo” contribuye a dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Organización de Naciones Unidas: Producción y Consumo Responsable y Hambre Cero.
Hacia la transferencia tecnológica y escalabilidad industrial
La transferencia tecnológica es otro pilar fundamental de este desarrollo, ya que puede alinearse con procesos industriales ya existentes y ampliar la cartera de soluciones para la agroindustria. Gracias al trabajo colaborativo con la empresa ANASAC, el producto está en vías de llegar al mercado.
Actualmente, el equipo de investigadores se encuentra en un proceso de optimización de los prototipos para su uso industrial. Según explica Danilo González, “hasta la fecha, contamos con una matriz bien caracterizada de biopolímeros, diseñada para la liberación controlada de gases de uso agroindustrial, y hemos desarrollado la capacidad de producir estos generadores a gran escala”.
Mirando al futuro, el equipo proyecta licenciar este desarrollo a la industria local en los próximos años, tanto en el sector agroindustrial como en otras áreas que puedan beneficiarse de esta tecnología.
“El poder licenciar este desarrollo será un hito muy importante, dado que representaría una historia de éxito abarcando desde el desarrollo basado en ciencia básica, el trabajo multidisciplinar, la aproximación de otras disciplinas y, mejor aún, contribuir al desarrollo de la industria nacional” concluye Danilo González.
Reconocimiento a la innovación
La tecnología “Gas en Polvo” fue reconocida a nivel nacional con el Premio a la Innovación Avonni 2024 en la categoría Reconocimiento a la Transferencia Tecnológica ANID RedGT. El equipo UNAB fue uno de los 12 ganadores de esta versión, escogidos entre 37 finalistas de un total de 700 postulaciones.
Este galardón resalta la contribución del equipo de investigadores de la UNAB, y pone en valor la investigación aplicada como motor de innovación en sectores clave como la agroindustria. Dominique Chauveau, directora de Innovación y Transferencia Tecnológica de la UNAB, destacó la relevancia del Premio Avonni: “Permite visibilizar la tremenda institución que es la Universidad Andrés Bello en relación con los resultados de investigación que aquí se generan y cómo esos resultados se están pudiendo convertir en tecnologías que contribuyen -y que tienen potencial de contribuir- a resolver problemas específicos de sectores económicos de importancia para el país”.